Canadá Bike

La bicicleta es algo más que una opción de transporte, es una decisión de vida, y el poder usarla en una sociedad donde se le da prioridad al peatón después al biciusuario y por último a los vehículos automotores, da tranquilidad absoluta. El respeto total a las normas y a la autoridad hace que se pueda convivir en armonía con los vehículos en ciudades pensadas para facilitar cada vez más el uso masivo de la bicicleta.

Por lo menos en verano. Canadá 2018

El transporte en las grandes ciudades tiene la fabulosa opción del metro donde se puede recorrer largas distancias en corto tiempo en un mundo subterráneo de paisaje oscuro, con indicaciones auditivas de voces pregrabadas que anuncian la próxima estación y habitantes nativos e inmigrantes inmersos en sus smartphones. También existe la posibilidad de llegar al centro de las ciudades en vehículo, lidiando el increíble trafico gastando mucho tiempo para llegar y posteriormente ser castigado con las altas tarifas de cobro en los parqueaderos. Así que la más viable opción y cada vez más utilizada es el ciclismo urbano en Canadá, cuando las condiciones climáticas lo permiten, por lo menos durante seis meses al año.

 

 

Montreal

Una de las ciudades más turísticas de Canadá ofrece al interesado un sistema de bicicletas de alquiler con el mismo costo del pasaje de metro, lo cual constata que el usar bicicleta es un estilo de vida y no cuestión de economía. Frente a algunos edificios se cobra el derecho de parquear recordándole al usuario tener en cuenta el memorizar el número y letra de identificación del biciparqueadero.

Las bicicletas hacen parte del entorno urbano y la ciudad contempla dentro de su planeación el disponer de generosos espacios para biciparqueaderos masivos frente a edificios, en andenes, en parques y con más regularidad en universidades y oficinas públicas. Se pueden encontrar ciclorutas especialmente diseñadas para facilitar la comunicación entre parques y sitios de interés turístico, pero ante la imposibilidad de hacerlo en la zona antigua de la ciudad, la municipalidad ha decidido en algunas grandes calles ceder uno de sus carriles para las ciclorrutas.

 

Ottawa

Existen cientos de kilómetros rurales de caminos para bicicletas que intercomunican las ciudades con protección, ya que el uso de la bicicleta sobre las autopistas esta rotundamente prohibido. Las legislaciones de tránsito y policivas en Ottawa son bastante estrictas y prima ante todo el respeto a la autoridad, la gente le tiene miedo al alto costo de los tickets por infringir normas de tránsito, parquear sin leer las horas permitidas, velocidades de circulación máximas o la falta de documentos. Las multas a los ciclistas están dadas en el paso de cebras en sitios turísticos pues debe hacerse caminando y no sobre la bicicleta.

Las ciclorrutas en el centro de la ciudad histórica son una hermosa ostentación, aparte de quitar el carril vehicular, están instalados a lado y lado de la vía gigantescos bolardos metálicos que impiden el posible paso accidental de un vehículo de cualquier tipo que pueda causar daño a los biciusuarios. Los peatones tienen prohibido el uso de las ciclorrutas para su desplazamiento.

 

Kingston

La pequeña y tranquila ciudad universitaria ofrece el mejor de los escenarios para los biciusarios. Los generosos espacios de parqueo incluso algunos cubiertos, hacen que sea más fácil el usar bicicleta que vehículo automotor. Ayuda de sobremanera las condiciones topográficas de Canadá, pues las ciudades en su mayoría planas hacen menor el esfuerzo de desplazamiento. La estratégica ubicación de la ciudad a la orilla del lago Ontario hace que la temperatura de pedaleo en verano sea amable siendo la mejor opción para conocer la ciudad.

 

Toronto

El tamaño de la ciudad hace que la bicicleta sea el transporte ideal, se pueden encontrar biciparqueaderos casi en cada cuadra de la zona centro, sobre los andenes es muy popular el de dos bicicletas permitiendo el poder caminar sin que entorpezca el paso del peatón. En algunas cuadras de alto comercio hacen que se demande más plazas para bicicletas, teniendo que instalar este tipo de estructuras cada seis metros, los establecimientos comerciales casi siempre solicitan la instalación de biciparqueaderos frente a sus locales. Sorprendentemente los avisos publicitarios de las nuevas construcciones le dan prioridad al número de plazas de las bicicletas sobre el de vehículos siendo este su atractivo de venta.

Existen compañías especializadas en brindar al turista la opción de conocer la ciudad, ya sea en los antiguos buses de dos pisos traídos de Londres o en bicicleta rentada con el servicio de guía que orienta la ruta a seguir. Aunque se cuenta con algunas vías demarcadas exclusivamente para las bicicletas en la zona centro, el común denominador es la circulación compartida donde prevalece el respeto por parte de los conductores de vehículos de los 1,50 metros ante el ciclista pudiéndose observar con facilidad como la mayoría de los vehículos hacen la maniobra evasiva hacia la izquierda para evitar el contacto con los ciclistas.

Las necesidades diarias de los usuarios hacen que se comercialicen diferentes tipos de bicicletas, con parillas, cajas, alforjas, especiales para transporte de niños, de carga y las asistidas eléctricamente que comienzan a generar planteamientos de diseño diferentes, al ser más voluminosas y estar amarradas junto a las de tipo convencional de cadena.

La municipalidad ofrece en algunos puntos estratégicos de interés ambiental el servicio de alquiler de bicicletas para recorrer los ravines, senderos de vías con riachuelos en el centro de la ciudad, completamente inexplorados incluso por los residentes habituales de Toronto. En el mismo lugar se ofrece el servicio de taller, donde de manera asistida si se desea, se puede reparar la bicicleta con la orientación de un técnico o simplemente dejarla para su reparación.

No todo es color de rosa, el vivir en constante armonía en una ciudad como Toronto es imposible, aunque no se ven actos de violencia tan frecuentemente como en nuestros países, de vez en cuando los grupos extremistas, fundamentalistas o religiosos en el país de los no creyentes, hacen de las suyas y desafortunadamente a gran escala creando conmoción social en una tranquila sociedad donde los medios de comunicación tratan de dar el menor despliegue posible y algunas veces las autoridades tratan de disfrazarlos como actos de lobos solitarios.

Aunque se trata de compartir la vía amigablemente con los biciusarios, en lo corrido del año 2018, cuatro personas han muerto en sus bicicletas en el centro de Toronto, la intolerancia de unos y la imprudencia de otros hacen que se presenten estas fatalidades. El último caso fue el de Dalia Chako, una biciusaria de 58 años que murió arrollada el 12 de junio por el conductor de un gran camión de plataforma en circunstancias aún no determinadas. En el sitio del deceso la comunidad ciclista realizo varias marchas y organizo una ofrenda floral en su honor.

A pesar de que el caminar o montar bicicleta se hace con la tranquilidad de que no se va a ser víctima de robo, en los biciparqueaderos todas las bicicletas están muy bien aseguradas, pero en algunas ocasiones se llevan partes de las mismas. Algunas sufren del abandono por parte de sus despreocupados propietarios que hacen que la gente las desmantele para retirar el estorbo y se pueda usar el sitio para amarrar otra bicicleta. Al no encontrar plazas suficientes para asegurar las bicicletas, se usan árboles, jardineras, barreras de protección de construcciones, postes y cualquier sitio que permita usar uno de los diversos tipos de seguros disponibles en el mercado.

 

Niagara

Los pequeños pueblos aledaños a las cataratas ofrecen un sinnúmero de rutas turísticas con servicios de parqueo y herramientas para facilitar pequeñas reparaciones y aire para sus neumáticos. La gran afluencia de turistas hace que algunos prefieran movilizarse en bicicletas después de visitar las atracciones del pequeño pueblo tipo Las Vegas hasta poblados más tranquilos como Niagara on the lake y sus famosos tours por los viñedos de la zona.

 

Brampton

Ante los altos costos de vivir en las grandes ciudades, el desarrollo urbanístico de las capitales se ha visto enfocado a los suburbios donde es imperativo el uso de vehículos para el desplazamiento hacia los centros de trabajo por autopistas que incluso cobran por kilómetro usado. En el descanso de fin de semana, estas familias se desplazan hacia los parques aledaños a su comunidad donde se paga un derecho de entrada si se va en carro, pero no tiene cobro si se va en Bicicleta. El tránsito hacia los parques se hace por andenes regulados para el uso compartido entre peatones y bicicletas, ciclorutas y vías secundarias de velocidad máxima de sesenta kilómetros por hora.